Esguince de tobillo. Qué es y qué hacer.

Los esguinces son lesiones de los ligamentos, es decir, del tejido blando que es responsable de limitar el movimiento de las articulaciones y que se encuentra uniendo unos huesos a otros. Si una articulación se mueve bruscamente más allá de su movimiento normal, es posible que los ligamentos se alarguen e incluso se rompan. En el caso del esguince de tobillo, es frecuente que esta situación se reproduzca cuando hay una torcedura importante, al pisar mal, durante la práctica deportiva… Existen tres grados de esguinces en función de la gravedad:

Grado I o leve: existe una distensión del ligamento y posibilidad de rotura de pocas fibras. Aparece dolor e hinchazón.

esguince tobillo 2

Grado II o moderado: hay una rotura parcial de las fibras del ligamento. Dolor, hinchazón, hematoma, falta de movilidad.

Grado III o grave: Rotura total del ligamento. Requiere de un tratamiento quirúrgico. Gran dolor e hinchazón, hematoma, inestabilidad, imposibilidad de apoyar el pie.

En el caso de los esguinces de grado I y II, el tratamiento consiste en reposo, frío, compresión y elevación durante las primeras 48 horas. Es muy interesante acudir el fisioterapeuta para poner un vendaje funcional. En algunas ocasiones, es necesario hacer una radiografía previamente para comprobar que no existen fisuras ni fracturas.

A partir de las 48 horas, es conveniente iniciar el tratamiento de fisioterapia para disminuir el dolor y la inflamación, mejorar la movilidad y recuperar la coordinación y equilibrio para restaurar el adecuando funcionamiento de la articulación, y finalmente, trabajar para fortalecer la musculatura que nos protegerá de que vuelva a repetirse.

En la mayoría de los casos, los esguinces se resuelven sin dejar secuelas, sobre todo si son adecuadamente tratados. En algunas ocasiones, el esguince se hace crónico. Esto sucede cuando no lo hemos tratado bien e incluso puede volver a repetirse a lo largo del tiempo y el dolor nunca llega a desaparecer del todo, por lo que es importante acudir al fisioterapeuta para mejorar los resultados y la recuperación y asegurarnos de que se cura totalmente.

Por último, si fuera necesario podría hacerse un reentrenamiento para adaptar el tobillo a la actividad deportiva con ejercicios guiados más complejos.

Paloma Broceño. Fisioterapeuta.